Desde que descubrí el mundo 2.0 hace pocos años y me metí de lleno a partir del curso que realicé en AERCO-España, en noviembre de 2010, ha llovido mucho, he descubierto, aprendido y experimentado con muchas cosas y herramientas (y sigo en ello!) de Marketing Online, Social Media, Social Networks, Personal Branding, Story Telling, Marketing Content, etc. en fin, una larga lista en inglés que parece más de lo que es porque en el vino y la gastronomía siempre se han contado historias, se han cultivado las relaciones sociales y se ha trabajado la marca personal. Seguro que os vienen a la cabeza nombres/marcas con sólidos Personal Brandings y Story Tellings. Sin ir más lejos, un buen ejemplo: los recién premiados Hermanos Roca de "El Celler de Can Roca"
Por eso, he de confesar algo que sigo constatando en cada viaje que hago al extranjero para promocionar y vender vino. No debemos dejar nunca de lado, al menos en el mundo del vino, el contacto en persona con el consumidor final. Ellos aprecian y valoran sobremanera que te desplaces hasta su ciudad para explicarles cómo es tu vino, qué peculiaridades tiene, qué historias hay detrás, por qué es así y no de otra manera, sin entrar en tecnicismos que ni entienden ni les interesan. Quieren conocer historias, personas, lugares, degustar vinos, apreciar matices y diferencias. En resumen, descubrir historias reales de las Vidas y de los Vinos. Y de éstas hay miles, tantas como viticultores, bodegueros, bodegas, enólogos, catadores, vendedores....
Y sí, está muy bien "conversar" con la gente virtualmente en la red pero donde esté el contacto humano y verter un copa de vino mientras cuentas la historia del viñedo, de la bodega, de las personas y la del vino, no tiene comparación. Pasan los años y veo que este "matiz" no cambia, ni cambiará.
Chez la boutique d´Olivier Vins - Belgique |
La última experiencia de este tipo fue la semana pasada en Bélgica donde tuve la oportunidad de participar en dos días de catas "dégustations" para consumidores finales y para el horeca. Increíble la acogida por parte del público, amable, con gran interés y paciencia por conocer vinos españoles con carácter mediterráneo de Valencia y otros más atlánticos del Norte de España (Ribera del Duero y Rías Baixas).
Huelga decir que para transmitir emoción, pasión y realidad hay que conocer bien la historia y el producto y sobre todo saberla contar con cariño e ilusión (en otros idiomas, si hablamos de mercados internacionales, claro!), si no el mensaje no llegará a pesar de tener un buen vino en la copa.
¡Salud y larga Vida al Vino!