LLUVIA FINA que no resbale o TORMENTA que arrasa, esa es la cuestión cuando hablamos de Marketing y Comunicación de las empresas, marcas y, por supuesto de las personas. Decidir cuál debe ser la idónea es pura decisión estratégica empresarial, primero, y operativa después.
Mientras que la lluvia fina va creando una imperturbable huella de recuerdo a través de la constancia, la tenacidad, la sutileza y la permanencia, la tormenta crea una cicatriz de estruendo, velocidad, ruido y, al final, de ausencia. Pienso que lo óptimo es ir calando despacio, poco a poco para que "todo" empape bien y no haga resbalar ni deslizarse hacia otro lugar.
Ahí es donde se advierten las diferencias entre marcas, empresas, organismos e instituciones. Por eso, el BRANDING y la COMUNICACIÓN CORPORATIVA no es tema banal.
Con el auge de las nuevas formas de comunicar y hacer marketing, se lanzan proyectos/marcas/empresas en modo tormenta para pasar al abandono total pasado un tiempo. Por otro lado, también existen otros proyectos/marcas/empresas que gestionan de manera sosegada la comunicación y sus campañas de marketing, creando marca y recuerdo a largo plazo, poco a poco, paso a paso.
En la era tecnológica en la que vivimos inmersos y nos aprietan para ir muy deprisa como un tornado arrollador, conviene pararse un poquito, respirar profundamente y pensar si vamos a elegir la lluvia fina constante o la tormenta repentina.
En mi opinión, deberemos elegir la lluvia suave constante para generar recuerdo y transmitir presencia sin caer en el olvido, en el desapego y sobre todo que no llegue a resbalar.
Otras veces, en cambio, estaremos obligados a decantarnos por un potente y enérgico viento, como nuestro querido Cierzo, para despeinarnos y agitar la mente de la gente.
🅴🆂 🅿🆄🆁🅾 🅱🆁🅰🅽🅳🅸🅽🅶
🅴🆂 🅿🆄🆁🅰 🅼🅰🆁🅲🅰
PD: video de mi archivo personal tomado en el Puente de Piedra de Zaragoza.