Ya llega el final del verano: cambio de armarios, vuelta al cole, al trabajo, al gimnasio, a las costumbres de invierno, a las comidas y bebidas más intensas, al reencuentro con los amigos, a nuevas celebraciones y conciertos. Y una vez más brindaremos con una copa de vino.
El vino ha estado presente, por supuesto, durante este verano pero el consumo mayor sigue siendo el de cerveza. Lo he visto. He de reconocer que aún disfrutando mucho del vino blanco bien fresco y del tinto he tomado alguna caña este verano, sobre todo durante los calurosos días de agosto.
El vino ha estado presente, por supuesto, durante este verano pero el consumo mayor sigue siendo el de cerveza. Lo he visto. He de reconocer que aún disfrutando mucho del vino blanco bien fresco y del tinto he tomado alguna caña este verano, sobre todo durante los calurosos días de agosto.
Ahora que llega el otoño me apetece disfrutar de un buen vino tinto, con cuerpo, con estructura, con fuerza y que suavice los días de intenso frío. Cuando hace frío, prefiero un vino tinto consistente frente al vino más ligero o con gaseosa que puedo tomar en una terraza veraniega.
El clima, la temperatura, el lugar y las personas son puntos importantes a la hora de elegir lo que bebemos. Tras un verano lleno de bebidas refrescantes y ligeras, tengo ganas de disfrutar con fundamento de buen vino tinto para seguir brindando...por muchos años.
Espero que os animéis vosotros también y sigamos Celebrando la Vida: Salud!