¿Ha
cambiado el covid nuestra relación con los vinos sostenibles y ecológicos? En
términos generales, la preocupación por el cambio climático y la compra de
productos locales parecen apuntar alto entre los consumidores en la era covid.
Dentro de la gama de tipos de vinos sostenibles la que más eco tiene entre los
bebedores sigue siendo la del vino ecológico que se mantiene en el primer
puesto en la lista global de oportunidades entre las alternativas dadas de
tipos de vino. Sin embargo, en los datos
estamos viendo algunos cambios que pueden ser motivo suficiente para que muchos
negocios del vino, en el mundo, estén dedicando tiempo, esfuerzos y recursos a
cambiar sus producciones hacia lo ecológico, sostenible y materias relacionadas.
La
lista SOLA se calcula usando cuatro medidas (parámetros): conocimiento,
intención de compra, consideración futura y afinidad. Los datos están extraídos
de encuestas realizadas en 17 mercados clave del vino entre 17.000 bebedores de
vino realizadas entre octubre y noviembre de 2020. La investigación muestra que
el vino ecológico tiene mayor tasa de ser conocido comparado con otros tipos de
vinos alternativos. Su fuerza resulta de un alto nivel de comprensión sobre el
concepto de ecológico de otros alimentos y bebidas de esta categoría. Existe una oportunidad fuerte especialmente
en los mercados europeos de Suecia, Francia, Alemania y Suiza donde los
productos ecológicos están más presentes, en términos generales, y también más
concretamente en vino.
Como para la mayoría de los tipos de vino sostenibles, el conocimiento del vino ecológico ha aumentado desde 2019. Sin embargo, este incremento en el conocimiento queda contrarestado por la disminución en la consideración futura y afinidad entre los consumidores durante los últimos 12 meses, lo que también es cierto para todos los tipos de vinos alternativos, no solo los ecológicos. Esto nos sugiere que aunque los consumidores tienen mayor conocimiento de tipos de vinos alternativos y sostenibles, todavía no están tomando decisiones a conciencia para elegir un vino sostenible en lugar de otro sin estas credenciales.
Esta
tendencia observada, año tras año, puede estar relacionada con un
descubrimiento más amplio que hemos estado siguiendo a través de casi todos los
mercados de consumo de vino en la era covid: los consumidores permanecen con
aquello que conocen y se mantiene alejados de experimentos y aventuras. Desde
marzo de 2020, cuando empezamos a rastrear el impacto del covid en el
comportamiento del consumidor de vino, estos bebedores han estado de manera
continuada volviendo a vinos que ven como familiares, seguros, de confianza y
fiables. Lanzamos la hipótesis de que esto podría deberse a tener menos tiempo
de compra y por lo tanto realizar decisiones rápidas de compra en la
tienda/supermercado o que los consumidores disponen de menos dinero para gastar
o pocas ocasiones para probar un nuevo tipo de vino. La pérdida o severa
restricción de los canales horeca en muchos mercados que dan la oportunidad de
vender en mano un producto no tradicional también puede ser motivo de este
comportamiento.
También
hay muchas cosas positivas para reflexionar en el nuevo estudio. Por ejemplo, se realizó un experimento con el método de sondeo testeando el etiquetado para ver
los diferentes efectos que los “claims” tendrían, en un vino en particular, en
la intención de compra. Lo que nos encontramos fue que hacer un claim de
sostenibilidad en la etiqueta de un producto aumenta la intención de compra del
consumidor. Comparado con un vino sin ningún claim aludiendo a
“ecológico” “amable con la naturaleza” o “producido de manera sostenible” suele
tener un impacto positivo en la intención de compra. Dicho esto, es interesante remarcar como
estos hallazgos varían según mercados. “Organic”, por ejemplo, tiene un mayor
impacto en Suecia y Canadá que en Australia y Reino Unido. También es interesante hacer notar que casi
la mitad de los consumidores de vino dicen que solo confían en la
sostenibilidad de los vinos si llevan una certificación oficial.
Traducción
y adaptación realizada por Susana Munilla del artículo escrito en inglés por Lulie Halstead, CEO de Wine Intelligence y publicado el 18 febrero de 2021