Historias a partir de realidades imaginadas |
Existen amantes de ciertos
vinos que no lo son en realidad del líquido en sí. Son admiradores y fans de las
historias que los refrendan porque alguien generó estos relatos basados en
hechos reales o imaginados.
Seguro que en una cata o degustación a
ciegas (sin conocer la marca ni el nombre del vino ni quien lo ha elaborado)
muchos consumidores no idolatrarían un vino en cuestión si no conocieran la
procedencia, su historia.
Es habitual escuchar a los aficionados,
consumidores y amantes del vino hablar del líquido elemento en sí y adjetivarlo
cuando realmente están compartiendo la historia de la bodega, de sus viñedos,
de las personas que lo elaboran.
Fuente de Inspiración |
Tampoco es extraño oír contar la propia
historia personal cuando alguien va a visitar una bodega y prueba in situ los
vinos. Ellos crean su propia historia basándose en su realidad vivida y recordada. Lo he
constatado en muchas ocasiones y, hoy más que nunca, tengo la certeza de que la gente bebe historias más que vinos.
Siempre puede haber una historia más o
menos desarrollada y trabajada: unas serán para grandes masas y otras de alta alcurnia pero
en el fondo esa realidad creada y compartida por muchos, o por unos pocos, hará
que esa marca/bodega/empresa continúe su marcha. Porque seamos realistas: el
vino no solo se elabora por amor a la tierra y por tradición sino para que la
gente lo conozca, lo ame, lo disfrute, lo comparta y lo compre. Y si te portas
bien hasta que te lo regalen.
Y ahora viene el gran reto: crear historias creibles que lleguen al máximo de personas posibles para que se queden siempre con nosotros. Pero esa es otra historia y mucha técnica.....eso es Storytelling. ¡Salud!
Y ahora viene el gran reto: crear historias creibles que lleguen al máximo de personas posibles para que se queden siempre con nosotros. Pero esa es otra historia y mucha técnica.....eso es Storytelling. ¡Salud!