martes, 17 de septiembre de 2024

Querida Garnacha,


Te escribo esta carta para decirte que me gustas de verdad y que me haces pasar ratos muy agradables e incluso felices. Sé que hay gente que aún te denosta pero eso es porque no te conocen o te conocen poco solo de oídas. Cuando hablo de ti me gusta recalcar tu origen, el más reconocido, en las duras y áridas tierras al sur-oeste de Zaragoza  en el centro de Aragón (España), aunque llegaste de remotas islas en el Mediterráneo cuando se estaba escribiendo la Historia. 

Hago hincapié porque siempre hablo mucho de ti a españoles y extranjeros, les cuento lo fuerte y poderosa que eres, lo que resistes a los climas extremos, cómo creces en lugares secos, escondidos y desérticos. Me gusta explicar, cuando hablo de ti, que tienes que ser domada y mezclada, a veces, para darte suavidad y cierta "amabilidad" porque cuando estás sola puedes resultar demasiado potente y llena de fuerza, cosa que hay personas que adoran. Por eso, con el paso del tiempo al conocerte mejor, he visto que te están recuperando y cultivando en ciertos lugares de Aragón y España otorgándote un trato diferente con el objetivo de extraer la finura y frescura que tan bien escondes bajo esa oscura piel. Ya sabes que en general la gente está habituada a sensaciones y sabores más universales y tu eres única y especial. No lo olvides.

Cepa salvaje de Garnacha Tinta en D.O.P. Calatayud


Garnacha, vid en vaso
Viñedo de Garnacha en D.O.P. Cariñena 
Te he visto crecer, madurar y envejecer para poder llegar a muchos rincones, haciendo grandes esfuerzos que no todas estaban dispuestas a asumir. En ocasiones has sido re-conducida para crecer correctamente y cuando has llegado a vieja, en solitario, te han mimado para dar lo mejor de ti.


Ya de joven te llevaron por muchos países del mundo, principalmente a las orillas del Ródano en Francia y te adaptaste muy bien desarrollando otra personalidad. Y te llamaron "Grenache" oh la la!. Por eso, cuando cuento que tu nombre original es GARNACHA alguno me mira con los ojos como platos y dice: "Really?, I didn´t know!" En el fondo les comprendo porque la etiqueta "Made in France" siempre ha vestido más.

Pero bueno, también has cruzado mares y océanos llegando a las antípodas y te adaptaste bien aunque tu rasgo potente aragonés se diluye allí, como quien emigra a una tierra lejana y va perdiendo su verdadera identidad al adaptarse al nuevo clima, al suelo, a las costumbres.....a las personas.

Garnacha Pura
Por eso, desde aquí te escribo para recordarte que en muchos lugares de este mundo globalizado se te va reconociendo y queriendo, poco a poco, con tu nombre Garnacha y tus apellidos de Zaragoza-Aragón España.

Esperando seguir a tu lado, te deseo salud, mucha salud y que nos sigas brindando momentos inolvidables porque la vida sabe mejor con vino!!


PD: todas las fotos son de mi archivo personal, incluida la primera que me hizo Eduardo Bueso, en Zaragoza, durante una cata de la D.O.P. Campo de Borja.

viernes, 23 de agosto de 2024

inteligencia humana & inteligencia artificial

El presente y el futuro se dan ya la mano en un mundo que va a toda velocidad. Es una carrera de relevos donde hay que recoger el "testigo" con firmeza y plena seguridad para seguir avanzando.

hashtag

Ahora nos toca recoger ese testigo que nos entrega la  inteligencia artificial para continuar dando zancadas hacia la meta sin perder ritmo, energía ni entusiasmo. La IA nos hará descubrir nuevos caminos y retos. Por eso, debemos recordar siempre que lo más importante es seguir avanzando sin dejar atrás nuestra inteligencia humana, sensorial y emocional para continuar generando ideas y proyectos.

Una de las facetas que nos ofrece la #IA es la posibilidad de generar imágenes y videos que se acercan a una realidad que cuesta distinguirla. La muestra es esta imagen que acompaña el post  y que aún puede ser más depurada.

📸 generada con IA - prompt 😊 por Susana Munilla Martínez

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martes, 2 de julio de 2024

La trilogía del aceite, el pan y el vino. La Dieta Mediterránea

 

aceite, pan y vino 
La Trilogía Mediterránea se encuentra en la base de nuestra alimentación, la #DietaMediterránea, cuyo inicio podríamos situar hace unos 10.000 años cuando el Homo Sapiens se vuelve sedentario y comienza a domesticar animales y plantas para su sustento en el Creciente Fértil de Oriente. Allí nacerán y se ubicarán importantes núcleos de población entre los ríos Tigris y Eúfrates y sus cercanías.

A lo largo de los siglos, pueblos como los babilonios, sumerios, fenicios, egipcios, griegos, etruscos, romanos, íberos… contribuyeron de alguna manera al nacimiento y desarrollo de nuestra alimentación en cuya base se encuentran el olivo, los cereales y la vid, es decir el ACEITE, el PAN y el VINO.         

Es importante destacar que uno de los pilares para la aparición y desarrollo de una gran civilización es la alimentación, por eso no podemos olvidar que sin nutrientes óptimos el ser humano no hubiera sido capaz de vivir, desarrollarse y sobrevivir para construir sus cabañas, cobijos, casas y edificios, o viajar con carros y barcos permitiendo a los fenicios su expansión mediterránea, la construcción de grandes monumentos egipcios y sus pirámides; la creación del arte, el pensamiento y el razonamiento de los filósofos griegos; la conquista de los romanos y su vasto imperio o los monjes de los monasterios medievales y sus manuscritos. Nuestra Historia está llena de ejemplos.

Por eso las Civilizaciones y Culturas Mediterráneas no habrían sido posibles sin la aportación y desarrollo de sus cultivos básicos: el OLIVO, el CEREAL y la VID convertidos en aceite, pan y vino que hoy, miles de años después seguimos disfrutando de mil maneras por todo el mundo.

¡¡ FELIZ VERANO Y DIETA MEDITERRANEA !!


viernes, 24 de mayo de 2024

¿Por qué mi blog se llama "Vida y Vino"?

 

*verano  de 1995* 

Así estaba yo, sentada en el malecón frente al mar que se perdía en el horizonte lejano, pensando en mi futura vida y que pronto acabarían aquellos maravillosos días de verano llenos de risas, viajes y vinos, muchos vinos. El otoño se acercaba y había que ir orquestando qué hacer porque del aire no podía vivir y mi intención era clara: seguir trabajando y viajando, cambiar de lugar e independizarme ya. Todo a la vez, lo antes posible.

Y allí, ante aquel mar cantábrico tranquilo e inusual me mimeticé con él. Me di cuenta de que mis estudios y mi pasión podían aliarse para trabajar en un mundo al que me había acercado tímidamente hacía unos años, como simple aficionada, acudiendo a catas de vino dirigidas. En aquellas jornadas escuchaba atentamente y anotaba todas las descripciones de colores, aromas, sabores e informaciones que daba el enólogo sin saber conscientemente que estaba dejando en mí una profunda huella, mientras pensaba “¡Qué barbaridad, cuánta creatividad!"

Así que un día, ya de regreso a casa después del verano comencé a escribir a numerosas bodegas para enviar mi curriculum explicando que había estudiado en el extranjero, que hablaba idiomas con fluidez, que ostentaba títulos de marketing, comercio exterior, un MBA y hasta alguno de cata de vinos. Mis cartas de presentación rebosaban pasión, entusiasmo, juventud y algo de experiencia profesional: una combinación espléndida para salir al extranjero a vender vino español y por aquellos años inusual en una chica joven como era yo.

No pasó mucho tiempo cuando comencé a recibir algunas ofertas para hacer entrevistas en persona o telefónicas desde la oficina de mi padre, donde tenía un pequeño despacho que me servía de lugar de estudio y trabajo mientras encauzaba, de nuevo, mi vida profesional en aquellos duros años 90 de crisis económica. En este pequeño “despacho” había estudiado la carrera de marketing en los años 80, tras regresar de cursar el Senior Year en Estados Unidos, y ahora me servía de lugar de trabajo para buscar trabajo, valga la redundancia.

Con mi ordenador Amstrad e impresora matricial que repiqueteaba sobre las hojas en blanco contaba todo lo que podía ofrecer  a las bodegas para representar, promocionar y vender vino español por todo el mundo. Cada envío era un arduo y costoso trabajo porque cada carta era personalizada y requería de sobres y sellos acorde al destino. El ritual de ir a correos cada semana a echar tanto sobre resultaba casi una liturgia o una quiniela, según se mirara.

Tanto apostar a las quinielas ganadoras surtió efecto y una mañana estando en la oficina descolgué el auricular del teléfono fijo para marcar el número de contacto que tenía y salir de dudas, saber si era la seleccionada tras la entrevista en persona que había realizado una semana antes.  El interlocutor, que sería mi jefe durante varios años, me dijo que el puesto era mío y que me esperaba en unos días para incorporarme ya, sin esperas. Nueva ciudad, nuevo trabajo, nueva gente, nueva casa. Esa llamada, de alguna manera, cambió mi vida para siempre.

feria en Japón, 1997
Colgué el teléfono y creo recordar que di un grito matizado de alegría. 

Eso sí, mis ojos, corazón y entrañas inundados de emoción hablaban por sí solos porque aquella sensación nunca la olvidaré. 

La “enoaventura” estaba a punto de comenzar. El MUNDO, la VIDA y el VINO me esperaban ansiosos por descubrirles tanto como yo a ellos. 

Me sentí la mujer más afortunada sobre la Tierra. 
Era genial para ser verdad. 
Y lo era. 
Era diciembre de 1995...


 

jueves, 2 de mayo de 2024

Catar un vino "a ciegas" puede ser divertido para tu cerebro y tus sentidos


CATAR, SABOREAR, PROBAR, DEGUSTAR, PALADEAR. Elige la palabra que más te guste. 
Al final, el resultado es el mismo: gustar algo para examinar su sabor y sazón, según la R.A.E.

Cuando se refiere a VINOS va más allá  de examinar solo el sabor. En español, hablamos de CATAR UN VINO para determinar, juzgar o valorar sus características organolépticas en cuanto al aspecto, olor, sabor y conjunto total, ya que también se puede examinar su sensación en boca, textura y el tipo de post gusto que nos deja.

rueda de aromas/sabores
Tras estas fases de cata, es cuando se puede llegar a determinar (o al menos intentarlo) la clase de vino, la variedad, su origen, la zona, el clima, el suelo, el país, el tipo de elaboración, si es despalillado, si lleva raspón, en qué materiales ha permanecido el mosto antes de convertirse en vino, dónde ha fermentado posteriormente, la añada, su edad, el envejecimiento al que haya sido sometido y en qué tipo de continentes, con el fin de otorgar una valoración y, hasta, lograr descifrar al mismísimo productor o bodega que ha elaborado ese vino.

Para esto, primero hay que estudiar mucha teoría, luego visitar a productores, lugares, ferias, bodegas y probar, probar, probar y probar cientos de vinos de todos los países del mundo donde más de 7 millones de hectáreas están dedicadas a cultivar uvas para elaborar vino en ambos hemisferios del mundo.  Con todas estas acciones conseguiremos fijar información, datos y referencias en nuestro cerebro para posteriormente poder reconocer aromas y sabores cuando se nos presenten vinos, sin etiquetar, para determinar y valorar.

Como digo, hay que prepararse a fondo ya que se trata de un trabajo muy exigente, aunque si lo tomamos con un hobby o divertimento puede ser un juego muy divertido mientras ejercitamos nuestra memoria y aprendemos de sabores, aromas, geografía, cultura, formas de vida y mil cosas más.

Las catas a ciegas pueden ser en un copa negra donde no se ve el contenido o poniéndose un antifaz. En estos casos son realmente a ciegas porque no se ve ni la botella con su marca ni el contenido de la copa por lo que hay que examinar para "adivinar" y descubrir el enigma de todo lo mencionado anteriormente sobre el vino, no por azar sino por deducción de los parámetros citados.

Otra forma de catar a ciegas es pasando el vino a otros formatos o tapando la botella y verter el vino en copas transparentes donde, al menos, tenemos pistas por el aspecto y color, lo cual ya será una importante hoja de ruta para determinar el vino en cuestión.

Así que ya sabéis, si os gusta el vino y pasar un buen rato mientras vuestro cerebro se activa y genera más conexiones neuronales, no dejes pasar la oportunidad de jugar mientras pruebas vinos (con moderación) y descubres cual te gusta más. Puedes llevarte muchas sorpresas.

¡Tu paladar y tu cerebro te lo agradecerán porque la vida sabe mejor con vino! ¡¡SALUD!!


viernes, 22 de marzo de 2024

Innovación, conservación y recuperación de variedades de uvas

uvas de verdejo centenario
En la actualidad asistimos a un renacer en la recuperación de variedades de uva olvidadas y denostadas que por su manejo complicado en la viña, la baja rentabilidad o el simple abandono se relegaron en pos de variedades más conocidas, productivas y rentables.


Aún así, surgen historias interesantes de viticultores que tras heredar viñedos tuvieron la enorme curiosidad y energía de investigar para destapar y desterrar del olvido esas vides que permanecían ocultas entre viñas centenarias.

Este es el caso de Javier Sanz, viticultor desde su juventud siempre tuvo la inquietud por conservar el patrimonio vitivinícola familiar que heredó, como el Pago Saltamontes documentado en 1863, mientras a la vez se preocupaba y ocupaba de recuperar variedades casi extintas que paseando entre sus viñas de Verdejo Centenario le llamaban la atención por su aspecto diferente y desconocido. 

paseando por Pago Saltamontes

Así descubrió la variedad Cenicienta, una variedad tinta escondida entre las cepas de verdejo centenario que nadie había reparado en ellas hasta que hace unas décadas Javier tomó en consideración y hoy en día da lugar al fuera de lo común y exclusivo vino Colorado de aspecto brillante y capa profunda como su nombre indica.

El mismo camino seguiría la variedad blanca Malcorta, un peculiar clon de verdejo casi extinto que el mismo Javier Sanz recuperó también, aun sabiendo que se trataba de una variedad muy especial y difícil de vendimiar -de ahí su nombre- y que estaba abandonada por este motivo. Su tesón y la profunda investigación llevada a cabo en los últimos años han sacado a la luz un vino luminoso, vivo y elegante bajo el nombre de la misma variedad: Malcorta, verdejo singular.

Con su curiosidad intacta Javier Sanz continuaba viajando para descubrir nuevas variedades de uva que pudieran adaptarse bien en su tierra natal de La Seca, donde el clima es duro y no todas las variedades resisten y se desarrollan en plenitud para elaborar vinos de calidad. En esta búsqueda, Javier llegó hasta los Arribes de Duero donde se topó con la variedad tinta Bruñal y consideró que por su especial genética arraigaría a la perfección en los suelos cascajosos lasecanos, en El Paraje La Encina, donde los inviernos son extremadamente fríos y los veranos intensos que daría nombre a este vino tan especial elaborado con la máxima delicadeza, maestría y la mínima intervención como todos sus vinos.

La #vida y la #historia de Javier Sanz Viticultor, nacido en la Seca, han sido reconocidas este año, como Grower of the Year de la D.O.P. Rueda, por el Master of Wine Tim Atkin en los #RuedaAwards2024 entregados en la pasada feria Prowein  en Düsseldorf (Alemania).

Además, ha recibido recientemente el Primer Premio por el proyecto "Pruebas de campo para eliminar virus asociados a enfermedades dañinas para la vid" en los V Premios a la Innovación para pymes en el medio rural de la Diputación de Valladolid.

Estos reconocimientos hacen honor a una vida dedicada a la conservación, recuperación e investigación que Javier Sanz lleva a cabo desde hace décadas en su tierra natal de La Seca en Valladolid (España) web de Javier Sanz Viticultor