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uvas de verdejo centenario |
En la actualidad asistimos a un renacer en la recuperación de variedades de uva olvidadas y denostadas que por su manejo complicado en la viña, la baja rentabilidad o el simple abandono se relegaron en pos de variedades más conocidas, productivas y rentables.
Aún así, surgen historias interesantes de viticultores que tras heredar viñedos tuvieron la enorme curiosidad y energía de investigar para destapar y desterrar del olvido esas vides que permanecían ocultas entre viñas centenarias.
Este es el caso de Javier Sanz, viticultor desde su
juventud siempre tuvo la inquietud por conservar el patrimonio vitivinícola
familiar que heredó, como el Pago
Saltamontes documentado en 1863, mientras a la vez se preocupaba y ocupaba
de recuperar variedades casi extintas que paseando entre sus viñas de Verdejo Centenario le
llamaban la atención por su aspecto diferente y desconocido.
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paseando por Pago Saltamontes |
Así descubrió la
variedad Cenicienta, una variedad tinta escondida entre las cepas de verdejo
centenario que nadie había reparado en ellas hasta que hace unas décadas Javier
tomó en consideración y hoy en día da lugar al fuera de lo común y exclusivo vino Colorado de aspecto brillante y capa
profunda como su nombre indica.
El mismo camino seguiría la variedad
blanca Malcorta, un peculiar clon de verdejo casi extinto que el mismo Javier
Sanz recuperó también, aun sabiendo que se trataba de una variedad muy especial
y difícil de vendimiar -de ahí su nombre- y que estaba abandonada por este
motivo. Su tesón y la profunda investigación llevada a cabo en los últimos años
han sacado a la luz un vino luminoso, vivo y elegante bajo el nombre de la
misma variedad: Malcorta, verdejo
singular.
Con su curiosidad intacta Javier
Sanz continuaba viajando para descubrir nuevas variedades de uva que pudieran
adaptarse bien en su tierra natal de La Seca, donde el clima es duro y no todas
las variedades resisten y se desarrollan en plenitud para elaborar vinos de
calidad. En esta búsqueda, Javier llegó hasta los Arribes de Duero donde se
topó con la variedad tinta Bruñal y consideró que por su especial genética arraigaría
a la perfección en los suelos cascajosos lasecanos, en El Paraje La Encina, donde los inviernos son extremadamente fríos y
los veranos intensos que daría nombre a este vino tan especial elaborado con la
máxima delicadeza, maestría y la mínima intervención como todos sus vinos.
La #vida y la #historia de Javier Sanz Viticultor, nacido en la Seca, han sido reconocidas este año, como Grower of the Year de la D.O.P. Rueda, por el Master of Wine Tim Atkin en los #RuedaAwards2024 entregados en la pasada feria Prowein en Düsseldorf (Alemania).
Además, ha recibido recientemente el Primer Premio por el proyecto "Pruebas de campo para eliminar virus asociados a enfermedades dañinas para la vid" en los V Premios a la Innovación para pymes en el medio rural de la Diputación de Valladolid.
Estos reconocimientos hacen honor a una vida dedicada a la conservación, recuperación e investigación que Javier Sanz lleva a cabo desde hace décadas en su tierra natal de La Seca en Valladolid (España) web de Javier Sanz Viticultor